CHICAGO, IL -1 SEP 2020- Inside the premium Polaris Business Class cabin on a Boeing 787 Dreamliner airplane from United Airlines (UA).

United Airlines amenaza con un desembarco masivo por la disputa de los asientos de Business Class

Escrito por: Diana Sirenko
Actualizado el 26 de septiembre de 2024

En un tenso incidente ocurrido el domingo a bordo del vuelo 923 de United Airlines de Los Ángeles a Londres, los pasajeros denunciaron haber sido amenazados con ser desalojados en masa si tres viajeros de la clase Business no cedían sus asientos a los miembros de la tripulación. La situación se produjo debido a un fallo en las instalaciones de descanso de la tripulación a bordo, lo que obligó a la aerolínea a buscar acuerdos alternativos para el descanso del personal en el vuelo de larga distancia.

Según testigos presenciales, los agentes de la puerta de embarque informaron a los pasajeros de que las zonas de descanso de la tripulación no estaban operativas debido a un problema técnico que el personal de mantenimiento no había podido resolver. Este problema supuso un reto importante para la aerolínea, ya que tanto las directrices de la FAA como el contrato de los auxiliares de vuelo de United exigen un descanso adecuado para los miembros de la tripulación durante las fases críticas de los vuelos largos.

El vuelo, programado para durar diez horas y media, requería que la aerolínea asegurara tres asientos de clase Business Polaris para uso de la tripulación. Inicialmente, United Airlines ofreció a los voluntarios 1.500 dólares en créditos de viaje más 75.000 millas como compensación por renunciar a sus asientos de primera clase. Sin embargo, al no presentarse ningún pasajero, la situación se agravó.

Los pasajeros informaron de que los agentes de la puerta de embarque lanzaron lo que muchos percibieron como una amenaza: si nadie se ofrecía a cambiar de asiento, todos serían desembarcados. Un viajero dijo a View from the Wings que este ultimátum "parecía una amenaza, tanto por sus palabras como por el tono".

Ante la creciente presión y la perspectiva de un retraso considerable, United Airlines aumentó su oferta a 2.500 dólares en créditos de viaje. Este mejor incentivo hizo que finalmente tres pasajeros se ofrecieran voluntarios, lo que permitió que el vuelo siguiera adelante. A pesar de la resolución, el incidente provocó un retraso de 44 minutos en la salida del vuelo.

Este suceso pone de manifiesto los retos a los que se enfrentan las compañías aéreas a la hora de equilibrar los requisitos de descanso de la tripulación con las expectativas de los pasajeros, especialmente en las cabinas premium. También plantea cuestiones sobre las estrategias de comunicación y los derechos de los pasajeros en tales situaciones.

Curiosamente, no es la primera vez que United Airlines se enfrenta a problemas similares. En un incidente anterior en un vuelo procedente de la India, la aerolínea obligó a los pasajeros de las siete primeras filas de la clase business a pasar a la clase turista por problemas de peso y equilibrio. Esta situación provocó la indignación de los pasajeros y, en última instancia, la cancelación del vuelo al no poder realizar los cambios necesarios en el plazo previsto.

Estos incidentes ponen de relieve la compleja logística del transporte aéreo y la posibilidad de que los cambios de última hora afecten significativamente tanto a las aerolíneas como a los pasajeros. También ponen de relieve la importancia de una comunicación clara y unas políticas de compensación justas cuando surgen situaciones inesperadas.

Mientras las aerolíneas siguen afrontando los retos de los vuelos de larga distancia y los requisitos de descanso de la tripulación, incidentes como estos sirven para recordar el delicado equilibrio entre las necesidades operativas y la satisfacción del cliente en el sector de la aviación.

Artículo por:

Diana Sirenko

Co-Founder Travelated

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